Oh, ¡el horario de verano! Justo cuando pensabas que tú y tu pequeño tenían un horario de sueño saludable, llega una nueva estación y lo cambia todo. Aunque entre la primavera y el otoño solo hay una hora de diferencia, esa hora puede provocar trastornos del sueño en todos nosotros, especialmente en los niños pequeños.
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● Aunque entre la primavera y el otoño solo hay una hora de diferencia, esa hora puede provocar trastornos del sueño en todos nosotros, especialmente en los niños pequeños. ● Cuando los bebés y los niños pequeños pierden solo una hora de sueño, esto puede afectar a su estado de ánimo, su apetito y su capacidad de concentración. ● Aquí algunos consejos para ayudar a los niños a adaptarse: o Cambia gradualmente la hora de ir a la cama en 10 a 15 minutos unos días antes de cambiar los relojes. o Mantén las rutinas para ir a la cama. o Ten en cuenta la exposición a la luz. o Evita acortar, prolongar o eliminar las siestas. |
Efectos del horario de verano en los bebés y niños pequeños
Si es la primera vez que cambias el reloj con tu bebé, ten en cuenta que cada niño se adapta al horario de verano de forma diferente. Algunos niños lo manejan con facilidad, mientras que otros pueden necesitar más apoyo para volver a la rutina. En general, es importante recordar que los bebés y los niños pequeños no pueden gestionar la pérdida de sueño tan bien como los adultos. Perder solo una hora de sueño, puede afectar su estado de ánimo, su apetito y su capacidad de concentración. Afortunadamente, hay formas de ayudar a los pequeños a ajustarse y adaptarse a los cambios de horario estacionales.
Consejos para ayudar a los niños pequeños a adaptarse
A continuación, te presentamos algunas técnicas diferentes que pueden ayudarte a preparar a tu niño para el comienzo o el final del horario de verano:
Haz el cambio gradualmente
El doctor Daniel Lewin, director asociado de medicina del sueño en el Sistema Nacional de Salud Infantil de Washington, D.C., sugiere hacer un cambio gradual unas cuantas noches antes del cambio oficial de hora. Por ejemplo, digamos que tu niño se acuesta a las 7 de la tarde y tú te preparas para «retrasar» una hora. Unos cuatro días antes, empieza a retrasar la hora de acostar a tu niño entre 15 y 10 minutos cada noche (7:15, 7:30, etc.). Este cambio gradual puede ayudar a que las 7 de la tarde sigan pareciendo las 7 de la tarde después del cambio de hora.
Mantén las rutinas para ir a la cama
Los niños pequeños se benefician significativamente de las rutinas a la hora de acostarse, especialmente cuando llega el horario de verano. El reloj puede indicar a los adultos que es hora de calmarse, pero los rituales a la hora de acostarse envían esas mismas señales a los niños. Cosas como la hora del baño, la hora de ponerse la pijama, la hora de los abrazos y la hora de los cuentos, pueden crear estabilidad en una época de cambios.
Considera la exposición a la luz
La luz del sol y la oscuridad tienen efectos sustanciales en nuestra capacidad para conciliar el sueño y despertarnos. La melatonina (una hormona del sueño) aumenta por la noche cuando se pone el sol, y disminuye por las mañanas cuando amanece. Esto mantiene nuestro reloj interno estable y nuestras rutinas de sueño controladas. Tenlo en cuenta a la hora de cambiar los relojes. Hacer una habitación más oscura puede ayudar a los niños a quedarse dormidos mas temprano o dormir por mas tiempo. Encender la luz en la habitación puede facilitarles la rutina matutina.
Mantén las siestas
Para prepararse para el cambio de hora, los padres y cuidadores pueden intentar acortar, prolongar o incluso suprimir las siestas. Sin embargo, recuerda que el objetivo es mantener la misma cantidad de sueño mientras se adapta a la hora más temprana o tardía. Los expertos en sueño recomiendan mantener la misma duración de la siesta y ajustarla gradualmente en incrementos de 10-15 minutos.
La adaptación de tu familia al cambio de hora puede ser difícil al principio, pero los niños suelen recuperar el ritmo al cabo de una semana o algo más. Recuerda que el sueño también es esencial para los adultos, así que asegúrate de descansar cuando y donde puedas.